
Cuando el lumpen adquiere conciencia de su total desamparo, pero sin tener los medios adecuados para oponerse, a su vez, a sus opresores, cambiando el orden existente, no tiene otra salida, que reivindicar el ostracismo al que ha sido arrojado, para no dejar la iniciativa a sus enemigos.
"Buenos Aires, alienación y vida cotidiana"