sábado, 7 de febrero de 2009



Pocas veces he perdido amigos por cuestiones personales - aunque en un primer momento se argumentara así -, sino que fueron los cambios de discursos - de uno, de ambos - lo que provocó la sustitución de las amistades. Y digo sustitución, porque me parece que la cantidad de amigos que se puede tener es finita y que cada vez que encontramos un amigo nuevo estamos, sin saberlo, perdiendo alguno de los que ya teníamos.