sábado, 21 de marzo de 2009





–A usted le gusta tener parientes.

–Cada vez que alguien nace yo digo: ¡alguien más para adorar!

–Borges, su hermano, alguna vez me dijo que aborrecía los espejos y los hijos porque multiplicaban el absurdo.

–Ah, Georgie… Georgie… él decía esas cosas sin querer…