
–A usted le gusta tener parientes.
–Cada vez que alguien nace yo digo: ¡alguien más para adorar!
–Borges, su hermano, alguna vez me dijo que aborrecía los espejos y los hijos porque multiplicaban el absurdo.
–Ah, Georgie… Georgie… él decía esas cosas sin querer…