skip to main |
skip to sidebar

La leyenda quiere que Gombrowicz haya abrumado y aniquilado a todos estos jóvenes, condenándolos al desconcierto y la esterilidad de por vida. Dipi es la prueba viviente de que esto no es del todo cierto, pues hizo una brillante carrera y escribió hermosos libros. Goma, el sumo sacerdote del culto gombrowicziano, es más razonable en la interpretación del mito: 'No es que Gombrowicz nos haya desorientado, sino que nos eligió por desorientados'. Por lo demás, Goma desestima el pretendido misterio de la seducción: 'Era un buen amigo, simplemente, un amigo siempre disponible, afectuoso, comprensivo, sensato'.