[hombre de la esquina rosada]

Borges se ha ocupado en varias ocasiones de Martin Fierro. Con mucho, es la pieza gauchesca que mas lo atrae. Le ha dedicado un libro y lo alude con frecuencia. No le falta razon en cierto denuesto. Haber hecho de este libro xenofobo y nacionalista, el poema epico argentino, nos ha destinado a la xenofobia y el nacionalismo, tanto mas danosos en un pais de inmigrantes que acaban siendo fobicos de si mismos y compensando con su nacionalismo esa suerte de autofobia.


Me detengo en otro aspecto de la atraccion borgesiana, el que puede enlazarse con su glosa al hallazgo de Cruz, autentica escena de fascinacion amorosa. Hablar de algo homosexual seria tan abusivo como inutil. Mas bien cabe pensar en un homoerotismo sadico que permea toda la vision borgesiana de los encuentros entre cuchilleros. Y, aun mas ampliamente, se puede pensar en la homofilia borgesiana que caracteriza a su mundo masculino. El varon es afin al varon y busca agruparse con otros varones para hacer cosas de hombres: la guerra, el mando, la escritura, la digresion filosofica o teologica.

Blas Matamoro