Osvaldo Lamborghini era un animal de escritura – su gran problema social fue la falta de talento. La gente de talento puede hacer cualquier cosa para ganarse el respeto social, cosas decentes, por supuesto, no hablo de tejes y manejes balzacianos, no, hablo de un trabajo: psicoanalista, profesor, periodista. Empleado es más difícil. En el mundo de la literatura no es bien visto. Les bastó con Kafka, que no era exactamente un empleado, era abogado en una empresa. Osvaldo Lamborghini era un animal de escritura, sólo era bueno para eso, sólo servía para eso. Su pecado social. Su falta de talento era notoria. Osvaldo Lamborghini tenía genio: hacía lo que podía. Lo dice Ingres, que separaba a la gente de talento, los talentosos, gente que podía hacer lo que quería, de los genios, gente que sólo hace lo que puede. Osvaldo Lamborghini sólo podía hacer lo que podía, escribir. Sólo era bueno para eso. La lista gente sin talento es larga (pero menos, mucho menos, que la de los talentosos): para mí la encabeza Joyce. Santo patrono de los escritores sin talento.
Invierno 2024 (4)
Hace 14 horas