miércoles, 17 de septiembre de 2014

Max Brod cuenta que Kafka había invertido la divisa de Balzac, “Supero todos los obstáculos”: la suya era “Todos los obstáculos me superan”. La mía podría ser: “Todos los obstáculos me perturban”. Lo difícil es saber qué es un obstáculo. Creo que mis narradores son así, de alguna manera, y avanzan como pueden en medio de la confusión. “Si lo entienden lo entenderían” es como un juego con respecto al “no entender entendiendo” y “entender no entendiendo” de San Juan de la Cruz, es decir, finalmente, un misticismo irónico, que es el tipo de misticismo que nos queda más a mano. La cuestión es si la ironía nos separa de las cosas. Yo creo que no, que la ironía es un procedimiento, y que si después de la ironía no queda nada es porque no había nada inicialmente. Quiero decir: uno puede usar la ironía para alejarse de algo pero también para acercarse a algo que se aleja.


Me interesa lo que mencionas sobre el misticismo irónico; ¿crees que es posible leer los textos místicos a contrapelo de su contenido dogmático, como ejemplos de literatura del absurdo o de poesía experimental?