Algo relacionado es lo que plantea Eduardo D’Anna, también escritor y autor de la hasta ahora única historia literaria de la ciudad, “La literatura de Rosario”. “Como sistema literario, lo que hay es una ‘literatura argentina’, no existen literaturas ‘provinciales’ o ‘regionales’, del mismo modo que no existen ‘ciudadanos de distinta clase’, aunque a algunos les gustaría que los hubiera… para considerarlos inferiores, naturalmente. Lo que sí hay son ciertas ‘marcas’ de procedencia, cierta forma de ver las cosas que no es la de los habitantes de otras ciudades del país”. En este sentido, D’Anna toma en cuenta otro factor. “Rosario es una ciudad joven, con aparatos culturales que aún no funcionan del todo bien; eso permite ‘locuras’, cosas que un escritor de Córdoba, o de Santa Fe, o de Buenos Aires no se atrevería a hacer. A veces no se trata más que de disparates, pero otras veces permite una expresividad muy grande, por esa falta de control”.
Revista de Cablehogar, nº 147, 6/10, p. 11