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[Soldado de Foucault]
Parecía un vigía, un vigilante preparado para cualquier acontecimiento, y cuando pienso en él me viene a la mente la célebre frase de Diógenes el cínico: "¿Qué me ha enseñado la filosofía?: Estar preparado para cualquier eventualidad". Se trataba de eso, sí, de la eventualidad, del sentimiento de lo aleatorio, de la agudeza del guerrero. No hay más que guerra, en todas partes, y sin fin, sobre todo sin fin, sin origen ni término, sin victoria ni tregua; sólo con evoluciones y cambios de estilo o de terreno. Tal es su enseñanza de fondo: el combate como dimensión esencial del pensamiento y de la vida. del guerrero. Foucault intentó responder, de mil modos distintos, a la pregunta: ¿qué hacer después de Nietzsche?.