Para el hombre que duda de mí, escupo este libro. Para los hombres que esperan como yo y han hospedado en su alma el hábito de la verdad, para ellos trabajo. ¡Dudar no es definir! Yo no dudo de mí. Cualquier cretino tiene ideas. El peligro de las ideas está en la pasión que se ponga en realizarlas. Yo hace veinte años que acarreo todos los epítetos, desde loco hasta miserable, por no haberme prestado a favorecer los rufianes de la pluma, que son los más tenebrosos de mi país.
Soy un nudo de carne y hueso que he lactado muchas amarguras para elevarme más allá de mi asquerosa envoltura biológica. ¡Yo ya me he salvado!, y de puro romántico, quisiera salvar a otros infelices, que vienen atrás. Los pueblos prostituidos precisan palabras bárbaras. ¡No se puede leer la Biblia en un lenocinio!
Omar Viñole.
Confidencialmente te aconsejo que no me leas: este libro es asqueroso.- Vale