Con el menemismo proscripto estéticamente, los excesos amarillos en los tonos capilares se habían vuelto fácilmente impúdicos, y los parloteos que incluían semipalabras como gym, Movicom o Amex se diluían irremediablemente como señales de humo emitidas desde la tétrica balsa del mal gusto a la deriva del tiempo.
Bullreich y el ser verdadero
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